lunes, 17 de junio de 2019

ENSAYO:     El Suelo


Autores:
Cristóbal Capella
Efrén Aquino
Enelson León
Nicanora Azocar
Taydee Pérez
 
El ensayo de estudio correspondiente al suelo, tiene la finalidad de establecer una serie de actividades considerando el sistema del suelo y planta que le permitirán obtener producciones de buena calidad y cantidad para facilitar al sujeto de aprendizaje su incorporación a las actividades económicas del país.
La información presentada en éste, conllevará a “Preparar y acondicionar terrenos para la propagación de especies vegetales de interés comercial, considerando los elementos edafológicos”.
Es importante resaltar que el contenido, en donde los temas o puntos específicos, facilita el aprendizaje. Sería conveniente que compartamos experiencias con los compañeros, a fin de consolidar y enriquecer los conocimientos adquiridos.
El suelo es la capa superior de la superficie terrestre de donde los cultivos extraen el agua y las sustancias nutritivas, considerándose además su conservación para la producción de alimentos.
El suelo saludable presenta una gran actividad de aquellos seres vivos que lo componen, por eso decimos que el suelo está vivo, producto de la enorme cantidad de organismos que lo habitan.
Dada la población y diversidad de microorganismos en los suelos agrícolas, ejecuten una variedad de funciones, algunas de extrema importancia para la salud del suelo y las plantas. Estas actividades son extremadamente importantes para el normal funcionamiento de las plantas, sin embargo los microorganismos pueden ser afectados de manera drástica por los ambientes químicos, físicos y biológicos. Como resultado, todas las prácticas de manejo como; la preparación, la quema, la exposición del suelo al sol y uso de fertilizantes que afectan estos factores, también afectan las actividades microbianas de una o varias maneras.
El suelo es un organismo vivo, cuyas forman difieren de las plantas y animales que conocemos, tiene un marco o estructura que lo sostiene, así como los huesos sostienen el cuerpo humano o como el tallo sostiene a la planta, el suelo es sostenida por minerales o piedras. La materia orgánica, el agua y el aire nutren el suelo, así como la sangre lo hacen en los humanos o la savia en las plantas.
Así como es crucial el agua y el aire para las personas, lo es también para la salud del suelo. El aire puede entrar y salir libremente permitiendo a los organismos del suelo respirar y funcionar. El agua contiene una rica cantidad de nutrientes y provee energía a muchas formas de vida en el suelo para que estas puedan moverse, especialmente la vida microscópica. La vida en el suelo frecuentemente es activa en agua que se encuentran en la superficie de lugares que proveen nutrientes.
El suelo está integrado por tres capas: suelo o capa superior, subsuelo y roca madre, constituye la cubierta de la superficie terrestre y se forma por la acción de cuatro factores: la temperatura, el agua, el viento, los animales y las plantas que viven en y sobre él. Estos factores descomponen las rocas en partículas muy finas que son las que forman al suelo.
Suelo o capa superior. Contiene los alimentos que la planta necesita. Sin la capa superior o suelo no podría existir la vida. Es de color más oscuro porque tiene materia orgánica que son hojas, tallos y raíces descompuestas. Contiene alimentos (nutrimentos para las plantas), pero en una forma que las plantas no pueden usarlos fácilmente.
La roca madre está debajo del subsuelo, es una capa de piedra de la cual la planta no puede tomar el alimento (nutrimento), ésta es la que da origen al suelo.

 
Algunas características que los agricultores asocian con un suelo saludable, debido a que este tiene una adecuada cantidad de materia orgánica; como la presencia de lombrices, el suelo es suave y fácil de trabajar, provee los nutrientes para el crecimientos en las plantas, hay pocas enfermedades en las plantas, las plantas crecen y los residuos de la superficie protege el suelo de ser lavado por la lluvia, la materia orgánica tiene los nutrientes para el crecimiento de las plantas, la materia orgánica absorbe el agua como una esponja y la pone a disposición de la planta, la materia orgánica ayuda a mantener el suelo abierto y aumenta la aireación para que crezcan las raíces, la materia orgánica provee un hábitat en el que viven varios tipos de insectos y lombrices que protegen las plantas de enfermedades.
Hay diversas razones por las cuales se puede perder materia orgánica del suelo: al remover del suelo los residuos de la cosecha, como los tallos y hojas para alimentar al ganado. Por la erosión, pues esta arrastra partículas de suelo y de materia orgánica hacia otros campos, hacia las acequias de las carreteras o hasta los lagos o ríos. Las plantas en crecimientos pueden proteger los suelos de la erosión, pues sus hojas suavizan las caídas de las gotas de lluvias al suelo. También las raíces de las plantas mantienen el suelo en su lugar.
¿Cómo preparar la tierra para la siembra? Lo primero es remover la tierra desde el fondo del recipiente, la bandeja, la olla o la mesa de cultivo. Cuando se siembra en recipientes, cualquiera que estos sean, se forma una costra al fondo que se debe remover ya que ella impide la circulación adecuada de agua y aire. Es necesario deshacer los aglomerados que se presenten en la tierra hasta 20 cm de profundidad. La tierra debe quedar suelta y ligera. Es este el momento para aprovechar y añadir el compostaje para nutrir la tierra. Por último, retire de la superficie las piedras y todos los elementos extraños a la tierra que más tarde pueden obstaculizar la plantación y el posterior enraizamiento.
Preparar la tierra para la siembra es una tarea importante para obtener buenas cosechas, ya sea en un huerto en la casa o en la agricultura tradicional. El suelo debe ser muy bien preparado, de manera que las raíces de las plantas puedan ser sembradas o reasentadas de forma rápida y sencilla. Igualmente es necesario eliminar todas las sustancias nocivas y lo insectos que puedan perjudicar nuestro huerto.
Al preparar la tierra para la siembra, de forma mecánica o manual, podemos aprovechar para añadir nutrientes, como materia orgánica o compostaje, con el fin de mejorar las características del suelo. Recordemos que hay varias clases de suelo. Algunos son ricos en arcilla, otros en arena, y otros muy ricos en nutrientes.
Por sustratos se entiende una mezcla no homogénea de productos: compost, turba, perlita, arena de río, piedra volcánica de grano fino, cortezas y otros.
 Abonar el terreno con propiedad es clave para conseguir un sustrato rico que pueda alimentar a las raíces para que germinen en buenas condiciones. Existen diferentes tipos de abonos, como el abono orgánico, el mineral, los organismos vivos o el compost con los que poder dotar de nutrientes a la tierra antes de prepararla para la siembra.
La necesidad de disminuir la dependencia de productos químicos artifi­ciales en los distintos cultivos, está obligando a la búsqueda de alternativas ­fiables y sostenibles. En la agricultura ecológica, se le da gran importancia a este tipo de abonos, y cada vez más, se están utilizando en cultivos intensivos.

ENSAYO:     El Suelo Autores: Cristóbal Capella Efrén Aquino Enelson León Nicanora Azocar ...