DESARROLLO
CURRICULAR Y EL APRENDIZAJE AGROECOLOGICO EN EL PTMS
Concepción del currículo
El enfoque curricular de la
formación permanente en agroecología, apunta a no sólo desarrollar
habilidades cognitivas o destrezas manuales en el trabajo
agropecuario, sino también formar en valores solidarios y
cooperativos para el socialismo agrario. Igualmente plantea la
superación de la división social del trabajo capitalista: la
separación ciudad-campo, las asimetrías en la ocupación
territorial. En esa dirección, posee las siguientes características:
• El desarrollo
curricular (que no es lo mismo que diseño o modelo curricular)
plantea la integración de saberes, superando la disciplinariedad, la
parcelación y fragmentación del conocimiento que se deriva de la
División Social del Trabajo Capitalista. Del mismo modo, asume su
contextualización en el espacio local - regional y nacional,
vinculando los planes generales sobre el desarrollo agrario
sustentable con las realidades concretas como los planes de siembra.
Se trata de un desarrollo curricular caracterizado por la
flexibilidad, adecuación y enriquecimiento permanente.
• El proceso de
aprendizaje de los formadores de formadores, facilitadores y
participantes en general, alcanza su pertinencia social en la medida
que responde a las diversas necesidades de los sujetos y las
problemáticas que se confrontan en un contexto específico. (
campesinos conuqueros, docentes de las escuelas técnicas y de los
Iuts, brigadistas, etc)) y las articula con las propuestas
programáticas que apuntan a la transformación socialista.
• Las modalidades de
estudio que se van a emplear, se corresponden con la concepción de
la flexibilización curricular, desarrollando variadas modalidades de
estudio: presencial,
semi-presencial, a distancia. Desde este ángulo la experiencias de
las misiones indica que se pueden combinar diversas opciones:
talleres intensivos, talleres interdiarios en horas nocturnas,
talleres sabatinos. Del mismo modo, la concepción tradicional del
aula de clase, es superada al incorporar múltiples espacios sociales
y comunitarios como ambientes de aprendizaje, particularmente todo lo
relacionado con el trabajo en el campo.
• Todo este
aprendizaje se inscribe en la perspectiva de la "educación
permanente", lo cual demanda de un esfuerzo sostenido y la
construcción de instituciones de nuevo tipo: las escuelas
agroecológicas .
* En cuanto a qué aprender,
es indispensable asumir la GLOBALIZACIÓN DE LOS CONTENIDOS,
integrando aspectos conceptuales, procedimentales y actitudinales:
SABER, HACER, SER, en este caso en la formación socio-política se
trata de desarrollar valores cooperativos y se materializan procesos
participativos, bajo las premisas de aprender haciendo, aprender a
aprender.
Estrategia metodológica
En cuanto al cómo, éste se
debe enmarcar en las anteriores premisas curriculares y de igual
manera, considerar el enfoque epistemológico y pedagógico de estos
planteamientos esbozados anteriormente, sosteniendo que el método y
las técnicas tienen que ser congruentes con dicha fundamentación
teórica.
En tal sentido, se propone
desarrollar una estrategia implicante, aplicando diversos métodos y
técnicas vinculadas a la vida cotidiana de los participantes. Esto
incluye el trabajo productivo en el campo agroalimentario, la
vinculación con la naturaleza (bosques, ríos, flora, fauna)
relación con los monumentos históricos y el patrimonio de las
comunidades, la conexión con el arte y la alegría (canto, baile,
poesía, etc.) enmarcado en la construcción de una cultura de la
participación.
Este enfoque de la educación
para la vida y la libertad, se concreta en las siguientes
orientaciones metodológicas:
• El desarrollo de
proyectos de investigación-acción-participativa, partiendo de la
situación problemática contextual: por ejemplo la organización
cooperativa, la vocación productiva de los suelos, la recuperación
de semillas criollas, los cambios en los patrones de consumo, entre
otros. También implica la elaboración de un plan de acción y la
evaluación - sistematización de la experiencia.
• La lectura
interpretativa – comprensiva. Habiendo ubicado los ejes
curriculares o las necesidades formativas en el ámbito agroecológico
se hace un arqueo bibliográfico, (en este caso se entregará un
dossier con diversos ensayos que sirven de base bibliográfica ) y se
asignan las lecturas dirigidas por preguntas directrices que
funcionan como guía didáctica.
• El participante en el
proceso formativo tiene acceso a estos materiales de apoyo con
suficiente tiempo de antelación con el objeto de garantizar la
lectura comprensiva del texto, capítulo o párrafo indicado. A
continuación, lee e interpreta el texto individualmente, hace
resúmenes, ficha, anotaciones diversas. Luego en su equipo de
trabajo, se lee colectivamente, se hacen preguntas y se plantean
dudas, confrontándose diversos puntos de vistas.
• Trabajo de campo y
aplicación práctica de los conocimientos adquiridos, en estos
casos, orientado hacia la resolución de problemas. Esto permite la
transferencia de lo que se aprende con utilidad social. Es en este
contexto donde se inscribe la estrategia de las expediciones
pedagógicas.
• Intercambios de
experiencias o puesta en común con otras individualidades y
colectivos en convivencias, expediciones pedagógicas, encuentros,
foros, conferencias.
• Acompañamiento
pedagógico en colectivos organizados en redes que sistematicen los
aprendizajes.
Los anteriores criterios, se
combinan en los talleres o cursos formativos con sesiones
presenciales y proyectos de aprendizaje que se coordinan a distancia,
empleando técnicas y recursos que están siendo aplicados en las
diversas misiones: talleres, teleclases, asesorías, autogestión
pedagógica o estudio independiente del alumno.
En este caso no se trata de
un diseño o modelo curricular al estilo tradicional, sino un
desarrollo asociado a necesidades, es decir, estamos haciendo énfasis
en la pertinencia social de los aprendizajes, donde lo que se enseña
y aprende está íntimamente relacionado con el contexto, los sujetos
sociales y la problemática general que confronta la seguridad y la
soberanía agroalimentaria en nuestro país.
Evaluación-sistematización
La
evaluación se articula con la sistematización de experiencia, se
realiza desde un enfoque integral, de carácter humanista,
procesual, intersujetivo, pertinente con el propósito formativos,
los ejes temáticos, sus contenidos y actividades a realizar.
Durante
el desarrollo del proceso evaluativo se identifica y caracteriza
todos los elementos que interactúan, tales como: la propuesta
formativa, los sujetos involucrados, el contexto y la problemática
confrontada.
Los
criterios y operatividad de los mismos, se sintetizan en
instrumentos que registran la caracterización de los participantes
durante el proceso formativo combinándose la autoevaluación, la
coevaluación y la heteroevaluación:
- Autoevaluación: Durante su desarrollo los participantes autocriticamente identifican, analizan y valoran su propia actuación, con el objeto de determinar sus fortalezas, debilidades y avanzar en la planificación para lograr el mejoramiento cualitativo de su aprendizaje.
- Coevaluación: Este proceso se caracteriza por la participación de todos los sujetos que aprenden, quienes de manera corresponsable intervienen en la valoración de los avances obtenidos por cada sujeto y por el colectivo, durante el proceso formativo. Ello permite que cada sujeto en particular y el colectivo en general evidencien el aprendizaje adquirido.
- Heteroevaluación: Durante su desarrollo los facilitadores y facilitadoras responsables del proceso formativo, en base a las informaciones obtenidas en la autoevaluación y Coevaluación, establecen criterios para valorar los avances, reorientar o evaluar preferiblemente de manera cualitativa el proceso formativo.
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